Contratar un plan de pensiones, plan de ahorro u otros productos similares para mantener nuestro nivel de ingresos una vez terminada la etapa laboral, puede convertirse en necesario. Cuando se acerca final de año comienzan a aflorar las campañas de las entidades financieras ofreciendo estos productos, pero debemos de saber que se pueden contratar durante todo el año no exclusivamente cuando termina, y que no hay una edad determinada para ello.
¿Qué es un plan de pensiones?
Un plan de pensiones es un producto financiero de ahorro para la jubilación, donde se realizan aportaciones periódicas, del importe y periodicidad que se desee, (respetando los máximos fijados por la ley). Lo que se pretende es disponer de un capital o una renta en el momento de la jubilación, en caso de incapacidad o de fallecimiento.
¿Qué es un plan de ahorro?
Un plan de ahorro es otro producto financiero utilizado como herramienta de ahorro para la jubilación, en el cual se realizan aportaciones periódicas, que pueden ser mensuales, semestrales… y del importe que se determine, en algunos casos el mínimo de aportación viene dado por el propio producto.
Según estas definiciones podríamos decir que estamos hablando de un mismo producto, pero no es así.
Un plan de pensiones como su nombre indica tiene como objetivo, un ahorro pensado para suplir la falta de ingreso una vez finalice la etapa laboral, por lo que no podrá rescatarse el importe depositado hasta que se obtenga la jubilación( o se cumplan una serie de requisitos). Cuando al fin se puede acceder al capital ahorrado, tenemos un inconveniente, el coste de ese rescate, a que nos referimos con esto, pues que ingresar el importe ahorrado durante este tiempo junto con la rentabilidad obtenida y del que nos disponemos a disfrutar en nuestra jubilación, puede que no podamos rescatarlo de una sola vez, que tengamos que distribuirlo en rentas a lo largo de varios años… debido al efecto que puede tener en nuestra declaración de la renta del año en el que se proceda al rescate.
¿Estoy ahorrando para mi jubilación, y no puedo disfrutar de ello?
Pues en ocasiones es así, ya que el rescate del total del capital puede tener un elevado coste, esto depende de las condiciones de cada uno, y es lo que hay que planificar a la hora del rescate.
Un plan de ahorro, aunque suele contratarse con el mismo objetivo, puede rescatarse antes, no está ligado a la edad de jubilación, dependiendo del producto podrá tener marcados unos años durante los que si se rescata tendríamos una penalización, pero finalizado ese periodo, podríamos rescatarlo y tener acceso a nuestro dinero. A la hora de rescatar el dinero ahorrado, tendremos por una parte las aportaciones y por otra la rentabilidad de estas. En este producto lo único que nos afectará en nuestra declaración de la renta será el importe total de la rentabilidad obtenida.
Por lo que si ahorramos 1.000€ en un plan de pensiones y en un plan de ahorro, generándonos la misma rentabilidad en los dos productos,100€, al rescatar el plan de pensiones tributaríamos por 1.100€, y al rescatar el plan de ahorro, tributaríamos por los 100€ que hemos obtenido de rentabilidad. En este ejemplo podríamos decir que no nos afecta apenas el efecto de 1000€, pero si hemos estado aportando el máximo legal permitido para el plan de pensiones que son 8.000€, durante treinta años, tendríamos para rescatar 240.000€ a los que habría que sumar la rentabilidad obtenida suponiendo que fueran 7.000€, no tiene el mismo efecto en nuestros ingresos incrementarlos en el importe de la rentabilidad, que si los incrementamos en 247.000€, el tipo impositivo se incrementa considerablemente, por lo que estaríamos tributando dos veces por el mismo importe, una durante los años que se realizaron las aportaciones ya que tributamos por nuestros ingresos, de los cuales destinamos una parte a ese plan de pensiones, y otra cuando lo rescatamos.
Es cierto que las aportaciones realizadas antes del 2007 tiene una reducción del 40% a la hora de rescatarlo, pero aun así este tipo de productos de ahorro para la jubilación solo es recomendable para aquellos a los que las aportaciones les suponga una deducción fiscal de importe considerable, ya que en algunos casos el importe a pagar en su rescate es mayor que la ventaja fiscal obtenida mientras se ha realizado las aportaciones. Si se quiere realizar un ahorro a medio largo plazo, del que obtengamos una rentabilidad, que nos facilite el acceso a nuestro dinero en caso de ser necesario, el producto idóneo es el plan de ahorro, con el que no inmovilizas tu dinero hasta tu jubilación si no lo crees oportuno, y que cuando accedes a él tienes menor impacto en tu declaración de la renta. En los últimos años tenemos a nuestra disposición productos de ahorro que reciben el nombre de SIALP, los cuales después del cuarto año estarían exentos.
En cualquier caso las circunstancias de cada uno determinan que producto es el que más nos conviene, independientemente si las entidades financieras están en compaña de planes de pensiones o de planes de ahorro, por ello es conveniente acudir a un asesor que nos aconseje y acompañe a la hora de buscar y decidirnos por el producto que se nos proporcione mejor eficiencia financiera y fiscal.